Talleres presenciales de las áreas de trabajo del Método Montessori
Tener acceso a una buena educación desde los órganos oficiales públicos tendría que ser un derecho para todas las personas. Hoy te vengo a hablar de una educación y visión respetuosa hacia la infancia. Un modelo educativo que psicólogos y pedagogos de inicio del siglo pasado ya defendían con vehemencia.
Tanto si eres un educador, educadora, como un padre o una madre que se preocupa por la educación de sus alumnos o hijos/as, esta educación viva es una de las bases más interesantes e importantes dentro del desarrollo infantil.
Qué es la educación respetuosa
La educación respetuosa es un enfoque pedagógico que combina la crianza respetuosa con la conciencia plena en la educación y nuestra forma de acompañarles. Esta educación tiene como base el respeto mutuo entre adultos, niños y niñas. Una mirada desde la empatía y el entendimiento de sus necesidades, ritmos y cuerpos según la fase vital durante el proceso educativo.
La educación respetuosa , es decir, toda la rama de pedagogías progresistas, reconocen que cada niño/a es único/a y, por lo tanto, cuenta con sus propias necesidades durante su crianza y crecimiento. El ritmo de cada niño o niña puede ser diferente y también lo son por naturaleza sus intereses, su forma de aprendizaje y sus emociones. En definitiva su carácter. Sabemos que sin motivación no existe un aprendizaje real. La educación respetuosa busca crear el ambiente adecuado para que los niños y niñas puedan desarrollarse de forma integral, libre y saludable.
Esta educación, mirada global respetuosa, busca integrar la crianza activa con las prácticas de atención plena que necesita el ser en este momento vital tan importante. De esta forma se proporcionan a los más pequeños y pequeñas las herramientas necesarias para su autorregulación emocional, la toma de decisiones en base a unos límites basados en la colaboración y el desarrollo de su inteligencia emocional. ¡Todo a la vez!
Uno de los pilares de una educación respetuosa es crear el ambiente adecuado para que los niños y niñas se sientan valorados y puedan crecer de forma integral y sin miedo, aspecto importantísimo que les ayudará y les servirá de apoyo el resto de su vida.
La educación respetuosa y consciente es un enfoque que se puede dar tanto en el hogar como en el ámbito educativo. Este cambio de paradigma, donde se incluye la educación Montessori, promueve una educación e interacción activa y constantemente amorosa para que puedan crecer y desarrollarse de forma armónica y equilibrada en su entorno.
Beneficios de la crianza respetuosa
La mejor forma que tenemos para ver cómo la crianza respetuosa puede ayudar a tu hijo o hija es conocer de primera mano todas las ventajas que esta tiene.
Uno de los beneficios más importantes de la crianza respetuosa es que ayuda en el desarrollo de la autoestima del pequeño. En su nivel de confianza y comunicación hacia nosotros. Gracias a esta educación se sienten mucho más aceptados y valorados, lo cual les ayuda a que tengan más confianza en sí mismos y en el entorno. Sus capacidades, sus habilidades y todo su ser se beneficia de que en los años más importantes los adultos adoptemos un tipo de respuestas o otras. Serán capaces de lograr más cosas hoy y mañana. La neurociencia ya demuestra que aprender sin miedo al juicio, al error o al castigo tiene enormes e incalculables beneficios.
La crianza respetuosa también ayuda a crear unas relaciones familiares mucho más saludables. En definitiva una inteligencia ínter e intrapersonal más habilidosa. Este tipo de enseñanza / acompañamiento promueve las relaciones basadas en la comunicación asertiva, la rutina y la organización, por poner algunos ejemplos. Gracias a este respeto y empatía se sienten mucho más cercanos a sus padres o maestros/as y logran crear un vínculo emocional mucho más fuerte que con cualquier otro tipo de mirada – educación.
De la misma forma que sucede con el método Montessori, que permite que el niño y la niña tengan una mayor autonomía, madurez e iniciativa desde los primeros momentos. Con la crianza respetuosa pueden expresar mejor sus pensamientos, dudas y emociones de forma mucho más efectiva, mejorando también la capacidad de escuchar y comprender a los demás miembros del hogar. Amabilidad y firmeza es uno de los pilares para lograrlo.
Otra de las ventajas que tiene este tipo de acompañamiento respetuoso y consciente es que les ayuda ¡muchísimo! a mejorar su inteligencia emocional. Los niños, niñas y futuros jóvenes reconocen y aprenden a escuchar sus emociones mucho mejor, por lo que podrán lidiar con sus altibajos emocionales en situaciones más complicadas de forma efectiva y lograr así el mayor don para lograr el éxito: la asertividad. Sobretodo en esos momentos que hemos de poner límites a los demás, incluido nuestro superior.
Al poder lidiar mejor con las emociones mejora también su capacidad para resolver conflictos de forma pacífica. La educación respetuosa y consciente es perfecta para brindar a los niños y niñas las herramientas necesarias que les permitan lidiar con desafíos interpersonales a lo largo de su vida evitando esos nudos internos que tanto conocemos hoy como «el síndrome del impostor» por ejemplo.
Además del desarrollo y la escucha activa de las emociones, la educación respetuosa ayuda a mejorar las habilidades sociales como la colaboración o la comprensión hacia los demás. Estos aspectos son muy importantes y necesarios de cara al futuro, ya que les permitirán relacionarse mucho mejor y también trabajar en equipo con una mayor facilidad.
Finalmente, esta educación que requiere de un alto nivel de desarrollo personal ayuda a mejorar la salud mental de ellos y nosotros. Existen numerosos estudios científicos que han observado cómo los niños que han crecido bajo esta crianza respetuosa tienen una mejor salud mental en general, además de lograr antes y mejor sus propósitos. Estos niños experimentan mucho menos estrés y ansiedad que cualquier otro.
Educación respetuosa y disciplina positiva
Tanto la educación respetuosa como la disciplina positiva son dos enfoques basados en el respeto, en el amor y en la presencia. Tienen la misma raíz. Ambos enfoques comparten los mismos pilares. La educación respetuosa como hemos visto, se centra en crear un entorno de aprendizaje positivo y acogedor. La disciplina positiva se centra en ayudar a que los estudiantes tomen mejores decisiones y se comporten de forma responsable. Ambas están de acuerdo.
Hablamos de dos terminologías dentro de la educación que cuentan con varios beneficios, no solo inmediatos, sino sobretodo para el futuro en la vida de ellas y ellos. ¿No es la infancia el jardín de entreno para la vida del mañana? Gracias a la educación respetuosa y la disciplina positiva los alumnos mejorarán el rendimiento académico, pues está demostrado que los alumnos de este tipo de educación han obtenido mejores resultados.
Así mismo, un niño o niña que se siente más valorado y respetado en la escuela es menos propenso a participar en comportamientos disruptivos, lo que también le va a ayudar a mejorar su desarrollo social e interés por la vida.
La educación respetuosa es parte de la disciplina positiva. Son dos caras de la misma moneda. Cuando un niño se siente más respetado, comprendido y tiene una figura ejemplar en estas aptitudes, es más propenso a que pueda cooperar mejor con el maestro o maestra y a seguir las reglas de comportamiento. Sin limites no hay libertad.
Con la disciplina positiva mejoran la conexión con otros estudiantes, la empatía con los adultos y otros alumnos y, además, tienen más oportunidades de reparar el daño que hayan podido causar debido a un comportamiento no deseado. ¿Te animas a empezar este viaje conmigo? Emocionalmente Inteligente es el curso en el que comparto todo esto y ¡mucho más al detalle!